Hoy nos gustaría expresaros la sensación que sentimos cuando nuestras novias se han sentido tan felices e identificadas con la elección de su vestido en un momento tan personal e intransferible…
El primer día que vienen sabes si hay aquel “feeling” que se necesita para trabajar juntas por un objetivo común, aquella conexión te lleva a enseñarle todo desde un punto de vista muy tuyo y sabes que ella lo entenderá, que compartirá contigo esa sensación al tocar una textura, ver una forma o entender un concepto diferente para ese día tan señalado y personal.
Nuestras novias son conocedoras de lo que quieren y no paran hasta que lo encuentran y eso hace que la identificación sea total en cuanto lo ven. Nosotras, espectadoras y acompañantes al mismo tiempo, nos hace crecer con cada una de ellas y de todas aprendemos algo, tanto personal como profesional. Las posteriores pruebas te hacen vivir sus inquietudes, sus alegrías y sus día a día, es increíble la amistad que surge…
Beatriz es una auténtica representación de lo que os explico y así nos gusta presentárosla, como la dulzura hecha boda con un vestido Madre Mía.
Hace tiempo que queremos enseñaros nuestras novias, pero a muchas de ellas les gusta guardar su privacidad y su intimidad.
Beatriz, que es profesional de la comunicación y el marqueting y sabe lo que se necesita ver para creer, nos da todo el permiso para enseñaros “su día”.